jueves, 3 de febrero de 2011

Y bue. Bye to Grand Turk, at least for now ...


Y bueno, más vale tarde que nunca … pero no puedo empezar el blog de mi nuevo hogar sin cerrar aunque sea con algunas líneas el que me acompañó durante tanto tiempo en Grand Turk.

Previamente a mi toque final en la isla, pasé mis vacaciones de casi un mes en Argentina disfrutando la compañía, el amor, las risas y las quejas (obvio….) de amigos, familia, conocidos y no tanto.

Lindo pasar unos días hermosos en mi ciudad disfrutando también mi casa a la que se sumó la compañía de Andreita durante 3 semanas en las que fue vivir de nuevo un poco nuestros tiempos de Honduras, prometiéndonos todos los días: - Hoy nos vamos a dormir a medianoche…. Para finalmente quedarnos charlando hasta cualquier hora o mirando mil veces capítulos de Sex and the City.

Fue muy bueno pues a ambas nos sirvió mucho. Contención mutua en el momento en que ambas lo necesitábamos, lloramos muchos también pero nos reímos a morir :)

De allí, me fui a Miami donde también disfruté como corresponde ;) y de ahí sí me fui a Grand Turk. Llegué el día 24 de diciembre que no se hace nada en la isla. Allá se festeja el 25 con una cena que, bue ya saben, es tipo a las 4 de la tarde y hasta las 9 de la noche. Pero estuvo bien.

Me hospedé en una casa donde había mucha historia personal triste, pero decidí cagarme en eso. Sí, un karma pero bueno, eran 5 días, me la prestó María (una cubana divina que labura a full pero también administra entre otras cosas, esa casa) y la verdad no pasé mucho tiempo en la casa.

Pasé más tiempo caminando, buceando, ocupada preparando mis maletas y sobre todo viviendo la isla más como turista que como habitante. Fue bueno estar ahí esos días.

Primero porque hice un poco de vida social con la gente que habitualmente va para Navidad y Año Nuevo, en la forma en que lo hacía cuando yo también era turista. Volví a ver gente que conocía desde la Navidad del 2007 y buceaba conmigo, fui a cenar afuera, a tomar tragos, a la cena de Navidad fui con un amigo como su “date” como dicen los yanquis. Y eso también fue bueno, pues para la gente de la isla yo era algo así como “la viuda de Felix” y de pronto pasé a ser una buceadora más de vacaciones otra vez que iba y hacía vida social. Y también fue bueno encontrar que mucha gente me deseaba lo mejor para mi nueva vida en Jordania pero también esperaban que volviera pronto a visitarlos o a vivir allá.

Los dueños de Water’s Edge (la casa que cuidé de mayo a noviembre del 2010) me dijeron que si no me quedaba en Jordania y quería pasar el verano en la isla, ellos estarían encantados que yo volviera a cuidarles la casa de fines de abril hasta noviembre. En realidad no es mi plan pero es bueno saber que confían en mí y que siempre tengo un hogar que me espera en mi isla :)

También mi amiga inglesa Phyllis, que se toma un par de meses en el verano para ir a Europa me ofreció si quería cuidar su casa un par de meses. Mi amiga Eli, la dominicana, está por abrir un restaurante en la playa y también me dijo que si quiero volver ella me consigue un permiso de trabajo. Son todas cosas gratificantes aún cuando no esté en mis planes volver, al menos no por ahora.

Volviendo a esos días de diciembre, estuvieron bien.

Fue bueno encontrar un par de cosas que me recordaron por qué era bueno irse a vivir a otro lado. Esas cosas que a los turistas le parecen pintorescas (las fiestas con música medio reggae, con la gente medio en pedo desde temprano, alguno que otro fumado, pasando siempre las mismas canciones TODOS LOS DIAS….) y que para uno que vive ahí, a menos que también esté en pedo siempre, ya está, ya fue.

Traté de vivir esos días con la alegría y el agradecimiento de todo lo hermoso que la isla me dio. Lo lindo que pude vivir ahí. Desde ese maravilloso mar, ver crecer a Lola (la hija de Tonya, razón por la cual me mudé los primeros meses allá por febrero del 2009), la vida de buceadora, la playa eterna, la vida sin tiempo, ese paraíso propio, esa simple alegría de volver a disfrutar la compañía de los perros que extrañaba desde había tanto tiempo, el desinterés por cosas más materiales, el estar todo el día al aire libre, descalza, en bikini o traje de buceo…

Y sin pensar en los dolores o todo “lo que no tuve” o “lo que no pudo ser”. Todo pasa por una razón y tuve en Grand Turk, mucho más de lo que la mayoría de la gente sueña tener en toda su vida. No puedo hacer más que agradecer esos 20 meses. Las pocas amistades que allí nacieron, son de oro y sé que me acompañarán siempre. Y aprendí tanto sobre mí. Sobre lo que soy capaz de hacer y lo que nunca más volveré a hacer.

En unos pocos meses, luego de mi próximo viaje a Argentina, pasaré nuevamente unos días, porque así fue armado mi pasaje (increíble pero es más barato salir de Providenciales a Europa que de Miami…). Y aprovecho para cerrar todo (o lo más posible) que aún queda allí y tengo que resolver (algo de ropa, libros, cosas así…).

Sé que también esos días serán distintos de todo: de mis antiguos días de turista, de mis días de habitante de la isla y de esta última Navidad que pasé allí. Será una experiencia diferente. Porque yo soy diferente ahora. Una Estela-Edelle se mudó a la isla, otra vivió acompañada, otra vivió en Water’s Edge sola y otra muy diferente se fue de la isla para empezar una vida en el Medio Oriente.

Y aún ahora, después de haber abierto los ojos de verdad, otra aún distinta vive en Jordania. Una que sabe que su lugar paradisíaco, de aguas turquesas, calmas y cálidas, arenas blancas, buceo perfecto y hermosos atardeceres de suave brisa, caminatas y noches de cielo con tantas estrellas que te hacen sonreir sin querer… ese lugar va con ella a todos lados.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Cuando hay que dejar el paraíso…




Y sí. Llegó el momento y una vez más tuve que decir adiós (o hasta luego o quién sabe …) a otro hogar más. Pero esta vez al que fue como un paraíso en el sentido más literal, al menos en cuanto a la imagen que todos de una forma u otra tenemos de él.

¿Por qué me voy de Grand Turk? Varias razones: La fundamental es que conseguí trabajo de instructora de buceo J en el Mar Rojo y es lo quería hacer. En Grand Turk no dan permisos de trabajo y además necesito tener experiencia de buceo fuera del Caribe ya que el 99% de mi buceo ha sido allí. Por otro lado, mi alma necesita salirse de la isla un poco. Necesito un lugar donde mi corazón termine de curar algunas heridas y la isla no ayuda.

Y dije “una vez más” porque ya me pasó hace unos años (allá por agosto del 2007) cuando mudé las cosas que había dejado en Tegucigalpa, en mi apartamento de Altos de Miramonte) con la ilusión de volver a continuar con el proyecto que estaba suspendido, pero no. No siguió. Y tuve que interrumpir mi vida hondureño-argentina que ya era parte de mi ser, de mi vida nómade, de pasar tres semanas al mes en Honduras y una en Buenos Aires. Con mi casa, mi gimnasio, mis costumbres, mis nostalgias y alegrías, allá y acá.

Pero esta vez es distinto. No es fácil dejar un lugar donde uno vivió tiempo completo por casi dos años. Donde descubrió que su vida podía ser completamente distinta y se decidió a cambiarla. Donde abrió los ojos al mundo del buceo para hacerlo algo visceral al punto de dejar atrás casa, afectos, trabajo y trasladarse a vivir allí.

Donde el agua es tan turquesa que verla cada mañana te hace sonreír por el privilegio de verla y el brillo del sol sobre la arena tan clara es hasta ofensivo…

Donde la casi continua calma del mar (salvo en la época de huracanes…) te ayuda a mirar para adentro y conversar con uno mismo y las distancias son siempre tan cortas que las caminatas son inevitables, al menos para mí.

Los que han leído las otras entradas de este blog de tanto tiempo, saben que no es un paraíso perfecto: la falta de agua dulce, la corrupción, la común crueldad con los animales, la desorganización, los altos precios, la falta de entretenimiento, los hábitos de la gente con la bebida, los huracanes, el “island time”, la falta de permisos de trabajo, el racismo (contra los haitianos y los blancos), etc. hacen que esté lejos de lo ideal, sin embargo, en Grand Turk viví cosas que nunca antes experimenté en mi vida. Por ejemplo aquello de sentir casi todos los días que “no necesito nada más que lo que tengo” y “no hay otro lugar en el mundo donde quisiera estar en este momento”.

En este hogar pasé por varias casas. Donde la última fue la misma que la primera. Volví a tener perro, después de treinta años de no disfrutar la inigualable compañía canina. Bue, perro. Perrosssss. Ocho en el momento de máxima compañía… :)

Este hogar fue donde encontré el amor más grande de mi vida y también el dolor más grande al perderlo.

Y viví ese dolor por meses sola, sin amigos, ni familia, ni trabajo, ni con quien charlarlo o llorarlo o reirme como hacemos acá, acostumbrados a ironizar todas nuestras desgracias…

Y me fortalecí también. Y me convertí en divemaster primero y en instructora de buceo después y en una más de la isla.

“The girl who walks” (la chica que camina…) para los locales,”the SandBar girl” (cuando trabajaba de moza y bartender), “la argentina”, “Messi”, “Miss Argentina” e inevitablemente también “Felix’s wife”. Apodos de los primeros tiempos en la isla que fueron convirtiéndose luego en Estella (así con dos eles) o Estelle o cualquier cosa parecida pero casi nunca Estela. “The girl who walks” fue cambiando en “the girl who dives” (la chica que bucea) pero de una forma u otra, una habitante más de la isla que provocaba una sonrisa entre incrédula e irónica en la oficial de Inmigración cada vez que renovaba mi permiso de estadía como turista por otro par de meses.

Ahora estoy en Buenos Aires y pienso en mi mar, mi buceo, mi agua turquesa, los rincones que adoro explorar en la isla y a veces sonrío y a veces se me llenan los ojos de lágrimas. Aún sabiendo que vuelvo para pasar Navidad allá y quedarme unos cinco días antes de partir a un nuevo lugar. Pero esta vez, cuando salí de la isla en el avioncito que va de Grand Turk a Providenciales, habiendo preparado mis maletas con cosas para ya dejar en Argentina, otras para vender, otras para dejar en la isla y recoger en camino al Medio Oriente, sabía que era mi despegue de mudanza. Dejando atrás mi casa. El viaje de Navidad será como una mini vacación.

Esta vez miré desde arriba mi isla y agradecí por todos los momentos que viví allí. Por todo lo que descubrí y amé.

Muchas veces, estando en casa o volviendo de un buceo, mirando ese mar pensé lo afortunada que era. Cuánta gente sueña estar en un lugar así aunque sea por un día y yo tuve la oportunidad de vivirlo disfrutarlo por casi dos años. Mi isla. Mi pequeña islita.

Yo hago mi hogar de cada lugar que amo. Pero hasta ahora solamente éste fue cabeza a cabeza con mi querida Buenos Aires. Pueden reirse todo lo que quieran pero es una verdad brutal e inevitable: en mi corazón solamente el paraíso es competencia posible con Buenos Aires :)


viernes, 5 de noviembre de 2010

Volviendo a casa. Después de Richard y antes de Tomas…



Luego de un mes de haber partido de mi querida Grand Turk, estoy de regreso.
Se preguntarán dónde fui y por qué. Bueno, después de pensar, investigar, hacer cuentas y demás, decidí ir a hacer mi curso de instructor de buceo en Utila (Islas de la Bahía, Honduras) otra isla del mismo tamaño que ésta, pero con el doble de habitantes, más variedad en comida, donde todo vale la cuarta parte que acá, y la vida social es bastante más activa. Todos hablan castellano e inglés y, obvio, nadie tiene apuro por nada.

Pero el mayor motivo por el cual fui ahí es que casi toda la vida ronda el buceo y los centros de entrenamiento son muy buenos. Además tenía millaje para ir y extrañaba un poco la vida hondureña que disfruté un par de años casi entre el 2005 y 2007.

El entrenamiento fue super intenso con clases que empezaban a las 7.30 y terminaban a las 17.30 y asignaciones de un día para otro, sin mucho tiempo para prepararlas, mil cosas para estudiar, presentaciones en piscina, mar abierto, superficie, fondo, salón de clase, en fin. No los voy a aburrir con más detalles.

Estuve medio estresada pero feliz y sí: Soy instructora de buceo de PADI y además me quedé unos 10 días más para hacer unas especialidades que me permiten dar clases de otras cosas como buceo en barcos hundidos, provisión de oxígeno de emergencia, cosas así…

Pasé los primeros días en un hotel/posada y el resto compartiendo casa con uno de mis compañeros de clase cuyo previo compañero de casa se fue a trabajar a otro lado. Mi hogar provisorio está en la fotito de arriba...

Llovió como nunca antes vi en mi vida 21 de los 25 días que estuve allí hasta que el huracán Richard nos pegó con viento y más lluvia y después salió el sol. El día anterior al huracán, la gente puso refuerzo en las ventanas y todo eso, sacó dinero del cajero (por si había corte de energía) y compró las cosas esenciales en el super: agua potable, pan, vodka, rum, cerveza. No vaya a ser que dure mucho el huracán y haya que estar sobrio… Parece que todas las islas sufren de lo mismo ..


Cuatro días después me fui a Miami donde pasé Halloween, vi amigos y la pasé super bien. Y de ahí me vine para casa.
Bueno, me vine para casa es un decir. Mi única posibilidad con pasaje de premio era volar en el último vuelo así que llegué a Providenciales (la isla más grande) a las 20 horas así que no hay vuelo a Grand Turk y pasé la noche allá en un apart donde una amiga mía se estaba quedando y el tiempo estaba tan bueno que me quedé un día más.

Esos tres días en Miami y el día en Provo, fueron como unas verdaderas vacaciones: sin tener que estudiar, ni levantarme a un horario en particular ni tener que hacer nada “para mañana”. Así que el miércoles nomás volé para casa. Fue realmente muy lindo volver acá. Y esta vez bien distinto ya que estos días hasta el 19 de noviembre (que viajo a Argentina) serán tal vez la última etapa de mi vida en la isla, al menos por ahora.

Ya les había contado lo difícil que es conseguir permisos de trabajo acá y ahora se le agrega que mi experiencia en buceo hace que tenga muchos buceos acá y pocos en otros lados así que me conviene ir a otro lado al menos por un buen tiempo.
Además se suma que mi casita en la playa (la que estoy cuidando) ya vuelve a pasar a manos de sus legítimos dueños que vuelven el 17 de este mes y honestamente … para terminar de curar las heridas del corazón mejor cambiar de ambiente… .
Todavía no decidí si pasaré por acá para Navidad y Año Nuevo como he hecho en los pasados tres años. No quiero pensar en eso ahora. No depende totalmente de mí, sino de las aerolíneas.

Así que lo más probable es que me vaya para la zona del Mar Rojo o por ahí. Ya veremos cómo viene el trabajo pero estoy tratando de vivir estos días que me quedan acá como si fuera una vacación, disfrutando lo más posible mis lugares favoritos, mi casa, la playa, el buceo.

Es difícil imaginarme viviendo en otro lado ahora pero ya me di cuenta que cuando llego a un lugar y me siento cómoda, a gusto, haciendo algo que amo, ese lugar cualquier sea su ubicación, puede ser mi hogar.
Me pasó en Tegucigalpa, en Honduras, siendo una ciudad pobre, violenta y nada sofisticada. Cuando ahora llegué al aeropuerto, en mi camino a Utila, a los 10 minutos de estar por ahí, sentía como si nunca me hubiese ido. Y eso que me fui en el 2007. Esa familiaridad, esa tibieza de un lugar que es de uno, aunque no lo sea.

Es loco sentir como habitual ahora esto de tener como home page www.stormpulse.com para ver cada día cuán lejos o no está el siguiente huracán y ver si nos va a patear o no, y empezar a preparar las bolsas de arena para poner en la puerta o armar mi mochila de emergencia por si me tengo que ir a dormir a la casa de alguien en el otro lado de la isla (según de qué lado venga el huracán).

Hoy por ejemplo parece que el huracán Tomas nos la va a dar o esta noche o mañana a la mañana (las opiniones o los reportes de los distintos sitios especializados están divididas) pero seguro que vientos, lluvia y grandes olas nos esperan igual.
Yo, por las dudas, ya fui a bucear a la mañana porque no sé cuántos días estaremos sin salir a bucear. Todos los botes fueron llevados a los creeks del norte o del sur para su protección. Creo que éramos en total cuatro buceadores en toda la isla hoy temprano pero valió la pena. Bajo el agua estaba buenísimo. Fuera del agua estaba nublado y ventoso y ya había movimiento de olitas.

También preparé mi mochi con lo esencial: pasaporte, equipo de buceo, cepillo de dientes, laptop, celu, iPod, cámaras de fotos, biquini, un libro, dos juegos de ropa, medicación, cepillo del cabello. Sí, claramente lo esencial depende de la personalidad de cada uno…

Bueno, les paso un mapita de por dónde anda Tomas y seguimos en un par de días donde les mando una actualización de la vida por acá. Besos a todos desde los vientos pre-Tomas que ya se están sintiendo.

miércoles, 4 de agosto de 2010

¿Qué día te parece que es hoy?


Lo sé... Lo sé. Desde el día del amigo que no escribo nada pero estuve medio desorganizada, algo que me suele suceder cuando vuelvo de Argentina generalmente. Se preguntarán tal vez: ¿Cómo puede ser que esté desorganizada si no hace un carajo en todo el día? Bueno, no. No tan así. Ya hablé de eso en un artículo anterior (el tema de que acá todo lleva tiempo y es complicado) pero la verdad es que además de eso, tengo que poner siempre una energía adicional para que no se me peguen las costumbres locales de dejar pasar el tiempo y postergar el hacer las cosas (o sea "procastination").

Esto es algo que acá pasa mucho. La gente extranjera, ya sea que viene a vivir un tiempo o que hace mucho que vive acá, en general (hay excepciones) va adoptando ese ritmo que tiene algo de saludable (el famoso "island time") ya que evita el stress pero que tiene algo nocivo y es ese postergar definitivamente el hacer las cosas.
Como si de pronto lo que sería esencial hacer ya en otro lugar, uno lo va pateando para adelante hasta una fecha que nunca llega.
Si no estoy atenta, eso también me agarra a mí y es un poco contra mi naturaleza. Yo prefiero hacerme la lista de cosas que tengo que hacer y al menos una vez por semana revisarla, aunque sea para ver cuánto hice y cuánto no.
Dado que no estoy trabajando más que un par de horas al día en cosas que hago on line (estoy escribiendo cosas y buscando info para un par de web sites de turismo y buceo de un amigo de UK que me permiten tener un ingreso bajo pero suficiente para pagar mis gastos de comida y servicios) tengo unas cuantas horas por día para hacer otras cosas: buceo, estudiar, organizar la casa, las compras, conectarme a internet, etc.
Pero estas últimas tres cositas que parecen boludeces o cosas de todos los días, acá pueden ser eternas por varias razones. Algunas ya las conocen: la falta de infraestructura, la vagancia de la gente local, no tener internet siempre disponible, etc. Además del calor que es fuertecito ahora en verano, algo que no ayuda a tener velocidad y mucho menos a los empleados de los negocios, digamos... (No me quejo. Ultimamente el verano me va muchísimo más que el invierno... Me estoy volviendo re caribeña en estos últimos años y el caloro me motivo más a moverme que el frío.)

El tiempo es difícil de medir acá. ¿Vieron lo que pasa cuando uno está en un lugar de vacaciones en el que se puede desconectar completamente, no comprar El Clarín, no escuchar la radio ni ver tele, olvidarse de todo? Uno empieza a olvidarse de qué fecha es, de qué día de la semana... eso. Bueno, aca es así todo el tiempo. Uno se da cuenta a veces que día de la semana es por dos cosas: 1) si sabe el esquema de qué cruceros llegan esa semana (que ahora como es temporada baja llegan pocos, tal vez 3 por semana) o 2) los domingos porque casi todo está cerrado... El resto del tiempo la pregunta más común es: ¿Alguien sabe qué día es hoy? ¿Hoy es martes? No, me parece que es jueves... o miércoles? Ni hablar de fechas...
Todo esto que está bueno para el desenchufe en las vacaciones, y hasta está muy bien para vivir en general porque, les juro, uno no siente que el tiempo se le escapa entre las manos. Uno no siente que la vida se le va, como pasa cuando uno corre y corre en una ciudad... haciendo de todo y que nunca te alcanza para nada. Eso es cierto.
Pero para el tema "uy, creo que tengo que pagar la luz..." mejor usar la alarma del celu porque si no, se pierde el control. Igual no es un gran problema acá, porque si uno no paga la luz no te la cortan hasta dos meses después... Todo es medio así.
De cualquier manera, estuve tratando de reajustar mis tiempos para organizarme mejor ya que este próximo domingo (me fijé bien la fecha je je y es 8 de agosto) por primera vez una amiga de Argentina me viene a visitar!!!!! y esto re-feliz.
Mi amiga Andrea, a quien conocí en el 2004 en Sofrecom y desde entonces trabajamos juntas hasta el 2007, viajando a Perú y en la etapa de vivir 75% en Honduras, 25% en Argentina (hermosos y divertidos tiempos!!) viene a quedarse 10 días conmigo :)
Su esposo le regaló el pasaje a Grand Turk para el cumpleaños y ella pudo pedirse unos días en su actual trabajo y así nomás se viene a disfrutar del calor del verano del norte en medio del frío porteño. Hará su primera experiencia en buceo también y nos pasaremos 10 días charlando a morir!!!

Podrá ver personalmente todas las cosas que le he contado y leyó en el blog y será un poco también rememorar aquellos días de irnos de joda a Roatán a disfrutar días de playa y mar caribeño y noches de daiquiris y reguetón en medio del proyecto de Tegucigalpa para tomar un respiro.
En aquella época en la que yo soñaba con algún día poder vivir en una isla del Caribe bella como ésa, con un mar calmo y turquesa que pudiera ver cada mañana y disfrutar del buceo sin tener que pensar en proyectos ni oficinas... En aquel momento no sabía que esa isla se llamaba Grand Turk y ya me estaba esperando ...

lunes, 19 de julio de 2010

20 de julio - Día del Amigo (que los extraña más que ...)

Mañana es 20 de julio otra vez. Día doblemente importante para mí. Por un lado, mi vieja cumple 80 años y hace su primer festejo (sí, va a hacer varios... :) de viaje por el Norte Argentino con mi prima Mónica. Ya salió para allá el domingo y debe estar disfrutando de lo bello de Salta, lugar que ella tanto quiere. Como dice Juli, su nieta por opción y casi diaria compañía, mi vieja está hecha una reina y su salud física y mental son envidiables así que su primer festejo va viento en popa. De los otros dos hablaremos después...
La otra razón de la importancia de este día los toca a ustedes, pues éste es mi segundo día del amigo en la isla.
Hoy me puse a recordar cómo pinté aquel cartel el año pasado para saludar a todos ustedes desde acá y me fui a leer mi blog de un año atrás. (El que guste puede ir a buscarlo en el mes correspondiente...).
Puta! algunas cosas cambiaron tanto y otras no cambiaron nada en cuanto a mis amigos!

¿Cómo hacer para contarlas? Tal vez la mejor forma es ver las ganancias y pérdidas. Las recuperaciones y los descubrimientos.

Pero hagamos un resumen, ya que seguramente esto lo leerán mañana 20 y será un día para usar el tiempo para celebrar. Ustedes lo harán sin duda,
encontrándose en algún lugar para comer,charlar, reirse, lamentarse por el resultado del Mundial y, obviamente, decir cómo debería haber salido formada la selección en el segundo tiempo de Argentina-Alemania o qué cambios debería haber hecho Diego (bue, obvio que todos tenemos claro cuáles eran...), quejarse del trabajo o del gobierno pero sobre todo reirse, recordar cosas o simplemente brindar por lo bueno de encontrarse. Y se llamarán por teléfono o se llenarán de sms o emails y abrazos los que se vean. Comiendo un pizza en El cuartito, o tomando unas cervezas por ahí o mis girls unos Cosmos o mojitos en la calle Reconquista o Palermo Soho o como lo llamen ahora.
Volviendo a mi resumen: Las ganancias de este año fueron estas nuevas amistades que, sin conocerme mucho y sin yo conocerlas mucho, simplemente estando cerca, escuchando, compartiendo, me dieron esta inusual sensación de que el tiempo nada tiene que ver con la profundidad del sentimiento y que a veces te separan 50 metros y a veces un mar, pero siempre te hacen llegar el mensaje de su presencia.
Las pérdidas, una y grande. Felix dejó de ser mi amigo y muchas otras cosas para ser un extraño que está en otro continente mucho más lejano que las millas
que lo separan de éste.
Las recuperaciones: la más grande. La mayor alegría. El haberme re-encontrado primero con María Claudia, mi amiga de la secundaria en febrero y a través de ella con unos cuantos de mis compañeros/amigos del colegio Esteban Echeverría, recuperando momentos, historia, gente que ahora ya no voy a dejar ir más...
Y los descubrimientos, en mis grandes amigos y en mí. Mi "entourage" personal, mis hermanos elegidos y queridos que van conmigo dondequiera que yo voy porque
en cada cosa que vivo, vienen a mis pensamientos.
Ya dije otras veces, lo que más extraño viviendo acá es la lejanía de la gente que quiero. Eso no ha cambiado. Los extraño en los momentos de alegría, porque
nadie se ríe conmigo de la manera que se ríen mis amigos y en los momentos de tristeza, porque nadie puede entender de la misma manera los silencios. Yo siempre me adapté con facilidad a otras cultura, habiendo vivido en otros países. Pero no hay nada que hacerle, los gringos son muy distintos a nosotros y cuando digo gringos me refiero a norteamericanos, europeos del Norte y demás. Hay excepciones, claro, pero en general nadie se ríe a carcajadas ni nadie llora a morir. Es como si escondiesen la forma en que la vida los toca o la ahogan poniéndose en pedo y ni siquiera ahí son divertidos...
El descubrimiento mayor, como la mayoría de los aprendizajes que uno tiene en la vida, vino en momentos difíciles y fue el sentir cuán dura es la soledad
cuando uno está atravesando un gran dolor.
Ahí fue que descubrí que la mayor soledad no se siente por la falta de pareja. Se siente por la falta de amigos (Como decía aquel viejo tema de Almendra"
La soledad es amigo no está...Es su palabra que no ha de llegar igual".
Ahí, uno quiere esa amiga o amigo que te escucha por horas y te abraza cuando lo necesitás o te banca el lamento boliviano/argentino o lo que sea, mil veces
repetido. o te prepara el cafecito, o se va al kiosko que está a 10 cuadras a buscarte la coquita light y te dice que estás bárbara aunque sabés que tenés la cara horrenda de tanto llorar. Saca de la vista las fotos que te joden, o toma el control del iPod, así ni de pedo escuchás esos temas que te destruyen, o te confisca el celular para que no envíes suicidas mensajitos de texto. Y te dice mil veces: ya va a pasar, va a dejar de doler, vas a ver que todo va a mejorar. Y vos le creés. Porque es tu amigo/amiga y nunca te mentiría. Y eso te sirve para seguir adelante porque en esa persona confiás más que en nadie. Y sabés que te quiere, porque ese amor está tan claro que no necesita decirse.. y aún así uno lo dice: Te quiero, sabés? Y como dice mi amiga Daniela: Y yo másssssssss LOL
Bueno, eso no lo tengo acá. Si lo tuviese, esto sí sería el paraíso para mí :)

A mis queridos amigos argentinos, que viven en Argentina, espero que pasen un muy Feliz Día del Amigo y brinden con alegría por estar juntos y teniéndose
cerca.
A mis amigos argentinos que no están en Argentina, les mando un abrazo especial porque siempre a todos les agarra el ataque de tango de una forma u otra
(Pato Ledo y Agustín en España, Diego en Londres, el otro Diego vaya uno a saber dónde..., Agus en USA, Marcela y Lili en Francia, Vicky en Brasil...)
Un saludo especial a María Claudia que por darme pelota en el Facebook me permitió recuperarla y a los demás adorables vándalos del colegio Echeverría.

Y otro para mis amigos-hermanos (que ya saben quiénes son) y me dan ese amor incondicional y único, inigualable e irrepetible, que solamente los amigos dan.
Celebren, pásenla bien. Los quiero con toda mi alma.

Ustedes son el amor de mi vida.


Yo igual me tomaré un traguito y brindaré pensando en todos ustedes. Aunque si me mandan un sms al número de Grand Turk, no me jode eh? LOL


De paso les cuento: mi amiga Andrea viene a visitarme unos días en agosto. La primera amiga que viene a verme a la isla así que es como un regalo del día del
amigo para mí!!! Espero que sigan su ejemplo ...

Un beso para todos y cada uno.

domingo, 27 de junio de 2010

Otra vida bajo el agua...




Hola, mis queridos. Si bien estoy en Buenos Aires, no quiero pasar más tiempo sin contarles esta parte tan importante (tal vez la más importante) de mi vida en la isla. Es la razón principal por la cual me mudé, renuncié a mi trabajo en Buenos Aires, decidí dejar mi vida corporativa y, lo más difícil, tener una vida lejos de mis afectos más fuertes, y de muchas cosas que son importantes para mí. Esta parte es el buceo.

Algunas personas, que yo considero privilegiados, desde muy pequeños ya saben qué vinieron a hacer a este mundo y es aquello en lo que son buenos y que les da felicidad. No necesariamente son genios. Son gente que tienen claro sus talentos, sus deseos. Esos chiquitos que uno ve y desde que tienen 4 o 5 años ya dijeron: Quiero ser médico y lo son. Y son felices ya sea trabajando en un hospital por dos mangos o con su práctica privada y llenos de guita. En ambos casos se sientes completos.

Mucha otra gente pasa toda su vida (y hasta la termina) sin saber qué es lo que realmente lo hace sentir completo, feliz. Y se va de este mundo con la duda.


Otra gente nunca se lo pregunta. Pero otra, en algún momento, se aviva. De repente, se despierta y se da cuenta.


Yo siempre supe que me gustaba dar clases, enseñar, y lo hice muchas veces. En el secundario a mis compañeros. Luego en mis veintipico de años, cuando los temas de computación recién arrancaban en las empresas, trabajé 6 años por mi cuenta dando clases en compañías y me fue bárbaro. También en la UBA para el ciclo básico. Pero después volví a trabajar en otras cosas aunque de vez en cuando, cuando me tocaba entrenar a gente en alguna cosa, me volvía ese placer de enseñar.


Sin embargo, cuando empecé a bucear en Grand Turk (ya buceaba algo antes pero no era algo significativo para mí) algo pasó en mí: aquella sensación de satisfacción y placer que sentía al enseñar, volvió a mí multiplicada. No entendía bien qué me pasaba pero lo disfrutaba. Era una mezcla de sentir que cuando buceaba primero no existía otro momento. Ni pasado, ni futuro,ni preocupación, ni tristeza, ni nada. Solo eso que estaba viviendo. Después esa hermosa sensación de estar flotando, como volar sin el riesgo de caerse, de golpearse, ni nada.Creo que es la sensación más parecida a lo que uno debe sentir cuando está en la panza de la madre... Respirando por un tubo, sin esfuerzo alguno, flotando, moviéndose suavemente, donde un pequeño movimiento te lleva donde querés sin tener que requerir más que un simple movimiento... Perfecto.


Y luego esa infinita y hermosa posibilidad de ver la vida submarina. Algo hermoso, increíble, tan ajeno y tan cercano. Tan lleno de cosas para aprender.


Todo eso junto me hizo decidir a empezar a entrenarme para ser dive master lo que me permitiría llevar a otra gente a bucear, guiarla y en parte introducirla a este maravilloso mundo del buceo. Me resta aún el paso de ser instructora que iniciaré en octubre. Pero el punto es que "vi" que esto es lo que quiero para mi vida: bucear y enseñar a otras personas a hacerlo. Cuando estaba estudiando para mis exámenes de dive master, por primera vez sentí que TODO lo que estudiaba me gustaba, TODO. Y eso pasa solamente cuando uno siente pasión por lo que hace.


Pero bueno, la idea es más contarles qué es lo que uno encuentra acá bajo el agua... Y en esta primera parte les voy a contar un poco sobre algunas cosas, pues hay mucho para contar...


Grand Turk tiene una de las barreras de coral más grandes e interesantes del mundo. Está muy cercana a la costa, lo cual permite que con sólo entre 5 y 15 minutos de lancha uno ya esté en los sitios de buceo (en otros lugares de buceo uno tiene a veces que bancarse de 45 minutos a una hora y media de viaje en lancha hasta llegar...un embole y Dramamine mediante...). En algunas fotos que deben haber visto en mi blog o en Facebook, se nota donde está la barrera o pared porque el color del agua cambia notablemente del turquesa a un fuerte azul. Ahí es donde está la pared. La profundidad va de 25 metros en algunas partes a más de 700 metros en otras. Por supuesto el buceo recreativo generalmente se hace hasta 30 metros, en algunos casos 40. El buceo técnico un poco más ya que hay que llevar o más de un tanque y con unas mezclas especiales de gas. Pero igualmente a esas profundidades ya la luz que llega es poca. Lo mejor se ve entre la superfice y los 30 metros de profundidad. Antes de la pared, en las partes poco profundas el agua es tan cristalina y hay tantas "coral heads" (cabezas de coral) que la cantidad de peces, corales, algas, infinidad de pequeños, medianos y grandes especímenes es interminable. Desde rayas, delfines,
tiburones (de los tranquilos que duermen casi todo el tiempo y solamente comen cangrejos o langostas), peces tropicales de todo tipo, mini medusas, minúsculos pececitos de menos de 1 cm., montones de seres que se mimetizan con los corales y para descubrirlos es toda una aventura, hasta el conocido lion fish que para nosotros es una plaga y el único autorizado a ser exterminado en el parque nacional ya que es un invasor que no pertenece al Caribe. Es oriundo del Pacífico Sur y fue introducido accidentalmente, no tiene depredadores naturales y el turro se morfa todas las crías de los demás. Entonces, más allá de que es hermoso, hay que matarlo. Además tiene unas espinas venenosas que te la encargo (doy fe, pues me clavó dos veces y tuve que hacer cura para sacar el veneno y duele por 6 horas ... todo durante un proceso de persecución y cacería ).

Les contaré en otra entrega más detalles, pues más allá del entrenamiento que hice y que me encantó, estuve haciendo otras cosas, ayudando mínimamente en un proyecto de armado de una barrera de coral artificial y últimamente en un chequeo del estado de la barrera de coral natural, ayudando a la gente del departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente, que es una forma distinta de buceo, laburando al mismo tiempo como voluntaria. Me encantó.


Por ahora, más allá de poner un par de fotos acá para que tengan un primer acercamiento a la vida submarina de la isla, les paso también un par de links de
dos de los varios albumes que tengo en Facebook de fotos que saqué bajo el agua. Pueden acceder a ellos aunque no estén en Facebook.

Espero que esto los lleve un poquito en una especie de buceo sin riesgo :)

Acá van los primeros dos links para que miren:


http://www.facebook.com/album.php?aid=158369&id=561454620&l=44f636bb2a


http://www.facebook.com/album.php?aid=136096&id=561454620&l=74e8a5a3e2

Nos vemos en un par de días.
Besos a todos.

lunes, 21 de junio de 2010

Vacaciones ... de las vacaciones?


Acá estoy de regreso. Sí, estuve medio ocupada estos días (se preguntarán que carajo hace esta mina si no labura...). Bueno, estuve ocupada igual. Primero porque tuve que dar un test que en el dive shop anterior (donde hice mi Rescue Diver y First Aid, CPR, etc.) se les transpapelaron algunas cosas y se olvidaron de tomármelo... Bue. Asi que 6 meses después me vinieron con que tenía que dar un test sobre primeros auxilios, resucitación, etc. etc. 18 CAPITULOS!! Pero me encantó igual. El tema es que todo lo que tenga que ver con temas de buceo me gusta y esto lo toca lateralmente. Muchas cosas ya las sabía, pero tuve que estudiar mucho igual. Un montón de detalles que no tenía idea. Entre otros me encanta ser vegetariana porque la cantidad de cosas que vienen del mar y la gente come con altas probabilidades que te envenenen son bocha....


Además de eso, el Mundial. Ya sabemos que el futbol está muy alto en mi escala de valores, y el Mundial lo sube aún más. El hecho de no tener TV/Cable hace que tenga que cambiar mi agenda diaria (no se caguen de risa, por favor! yo también tengo agenda diaria. Será más flexible que la de ustedes y tal vez incluya muchas actividades al aire libre, pero yo planeo a veces mis actividades...recuerden que acá todo es más complicado y no se puede dar nada por sentado...)
Así que tengo que arreglar con alguna persona que tenga TV y no le importe que yo aparezca por la casa (esté la persona o no), entre, vea el partido y me vaya... De última, me dicen donde dejan la llave de repuesto, yo voy y la busco, abro y cierro cuando me voy. Ahora que tengo bici al menos, llego más rápido.


Por último, pero lo más importante, estuve organizando mi viaje a Argentina. En mi cabeza, obvio. Aún no en el plano material, aunque estaría bueno que empiece pues viajo en un par de días...
Mis amigos acá me dicen: - Qué bueno, te vas de vacaciones a Argentina? Y yo les digo que sí pero me suena tan raro... ¿De vacaciones a Argentina? ¿A mi país? Bueno, la verdad es que es así. Viviendo acá, un viaje a cualquier lado es por trámites o vacaciones o algo así. Y tampoco es que voy a Argentina a trabajar, así que sí. Vacaciones.
Pero me suena raro porque esta isla es donde yo venía de vacaciones. Donde está lo que para mí era y es "hacer lo que más me gusta" Eso primero. Después porque no estoy trabajando, salvo alguna que otra cosa que hago on line, y buceo casi todos los días. Siempre tengo al menos 3 horas para hacer lo que yo quiera. Que yo elija no estar en la playa y en lugar de eso ir a correr o hacer otra cosa, es mi elección. Pero estando en un lugar como éste, todo suena a vacaciones. Ya sonaba a vacaciones aún cuando trabajaba en SandBar.
El poder vestirte como querés, que siempre es super cómodo. El tema de que todos los horarios de ABSOLUTAMENTE TODO es super flexible. El poder parar en cualquier momento del día lo que sea que estás haciendo porque te cruzás con alguien y te ponés a hablar de algo particularmente profundo e interesante o de la más grande pelotudez, pero podés dedicarle tiempo a hablar con alguien si querés hacerlo (en vez de estar corriendo y tener que decir: Sorry, "pero me están esperando en tal lado para una reunión" o "estoy yendo al dentista y si pierdo este turno no consigo otro hasta dentro de 2 meses" y dejar en banda a alguien que necesitaba que lo escuche aunque sea 5 minutos...Algo que me llenaba de frustración pero con lo que convivía naturalmente.), el no estar pendiente si alguien me va a sacar el celular del bolsillo y además, si me lo olvido en casa, no me importa....Bueno, este ambiente así más libre de stress,
más allá de las cosas que acá son difíciles, que las hay y muchas. Desde conseguir trabajo hasta conseguir agua si no llueve.

Pero aún así, ir a Buenos Aires, me provoca esta alegría enorme que siempre tenía antes de las vacaciones. Y esta vez es porque si bien acá sigue estando lo que más me gusta, que es el buceo, allá está todo lo que más amo: mi gente, mis amigos. Y los extraño a morir. En estos 3 meses pasados, más que nunca. Y estuvieron conmigo en mail, skype y demás. Pero necesito eso de estar juntos, el abrazo, el reirse, el putear contra lo que no se puede pelear o cambiar. Y varias veces hubiera dado cualquier cosa por estar con ellos, traerlos acá, irme para allá. Pero a veces no se puede. Y a veces sí. Como ahora. Y sé que también disfruto mucho ir por otras cosas: juntarme con mi familia propia y la adoptada y poder reirme de las mismas quejas que escuché toda mi vida, pero upgrade. Por bailar tango y ver futbol, por estar en mi casa disfrutándola. Y por saber que voy a volver a mi islita aunque sea por un tiempo más hasta que me vaya a otra.
Cuando estoy allá, con el ruido, el movimiento en las calles, los piqueteros, el tránsito, la gente vestida de invierno que camina como loca y no ve nada, los turistas llenos de bolsas y los chorros tratando de sacárselas, los bondis, los tremendos divinos cafés y toda la onda porteña que me mata y me encanta, me es difícil imaginar la quietud de la isla. Pero cierro los ojos y por un momento recuerdo una imagen bajo el agua buceando o simplemente lo que veo a través de la ventana de la cocina de mi casa cuando me levanto y ya está. Es como volver por unos segundos.

Siempre dije que lo ideal para mí, sería estar de día acá y a eso de las 6 o 7 de la tarde irme a Buenos Aires a pasar la tardecita y la noche y amanecer nuevamente en Grand Turk. Por ahora no es posible... solamente en sueños. Tal vez, algún día...

Los veo mañana o el miércoles cuando ya esté en camino a la ciudad de la furia.